No hay más ciego que aquel que no quiere ver, reza un popular refrán dominicano, con el que hacemos referencia a situaciones o acciones que son pasadas por desapercibidas, por quienes la cometen no así para todos los que estamos a su alrededor.
En el día de ayer, el senado de la república, aprobó un racimo de propuestas, entre ellas, una que le entregaba al más dichoso de los ingenieros civiles con que cuenta nuestro país, el Ing. Diandino Peña, la friolera suma de RD$10 mil 251 millones de pesos, para que él siga construyendo el más caro de los "juguetes" que el presidente y él entienden que viene a resolver el problema de transporte en la capital de nuestro país, el famoso Metro.
Pero eso no es todo, lo que más llama a la antención, es el hecho de que ese préstamo fue aprobado, sin la presencia de los senadores que representan a los partidos revolucionario dominicano y al reformista social cristiano.
Por lo que yo entonces entiendo, que los senadores de ambos partidos estan demás en la cámara alta, porque sin ellos o con ellos los préstamos y aprobaciones pasan como perros por su casa.
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